Así, que inventó un curioso método: primero agrupaba a sus ovejas de dos en dos, luego de tres en tres, otra vez de cuatro en cuatro, más tarde de cinco en cinco, y finalmente de seis en seis. En todos los casos le sobraba una oveja. Luego, una vez más, probaba a agruparlas de siete en siete, y comprobaba que todos los grupos tenían el mismo número de ovejas y no sobraba ninguna.
¿Cuántas ovejas tenía el rebaño de nuestro pastor?
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