La historia ha conservado pocos rasgos sobre la vida de Embrico de Auchi les Moines, notable matemático de la edad media. Todo lo que se conoce acerca de él ha sido tomado de la inscripción que figura en su sepulcro, compuesta en forma matemática. La inscripción dice:
¡Caminante! Aquí fueron sepultados los restos de Embrico. Y los números pueden mostrar, ¡oh milagro!, cuán larga fue su vida,
cuya sexta parte constituyó su infancia.
Había transcurrido además una duodécima parte de su vida, cuando de vello cubriose su barbilla.
Y la séptima parte de su existencia transcurrió en un matrimonio estéril.
Pasó un quinquenio más y le hizo dichoso el nacimiento de su precioso primogénito,
que entregó su cuerpo, su hermosa existencia, que duró tan sólo la mitad de la de su padre a la tierra.
Y con profunda pena descendió a la sepultura, habiendo sobrevivido cuatro años al deceso de su hijo.
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