Había sido apresado un matemático, penaba su cautiverio en el castillo del rey. Un día, el rey le propuso una apuesta: si conseguía resolver el problema más difícil que se le ocurriese le daría la libertad; en caso contrario, pasaría toda su vida en aquellos calabozos. El rey pensó durante varios días un problema, al final se decantó por éste:
En menos de 15 minutos debía indicar la relación especial que tienen entre sí los volúmenes de un cilindro, una esfera y un cono de idéntica altura y ancho.
¿Consiguió el matemático la libertad o el rey le había tomado el pelo?
En menos de 15 minutos debía indicar la relación especial que tienen entre sí los volúmenes de un cilindro, una esfera y un cono de idéntica altura y ancho.
¿Consiguió el matemático la libertad o el rey le había tomado el pelo?
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